sábado, 2 de marzo de 2013

Abrazos

Me gustan los abrazos, me gusta darlos y recibirlos. Mi hijo me abraza, me gustan mucho, son de tío grande ya... mis amigas me abrazan, me han abrazado mucho en estos últimos tiempos y cada una lo hace de modo distinto y yo me dejo y lo disfruto. Hay personas abrazadoras y otras que no lo son, a abrazar también se aprende, eso creo... Mi madre no era abrazadora, cuando llegaba a Trincherpe, tras meses sin vernos, en cuanto divisaba el rascacielos allí veías su cabecita pequeñita en la ventana del décimo piso, pudiera ser que llevase horas esperando ver el coche llegar, sacaba la manita contenta desde allí arriba para saludar y sabías que ya estaba contenta y tranquila, pero cuando llegabas a casa... dos besos y ningún abrazo, mil atenciones, mil amores, era su niña pequeña que volvía a casa, era feliz, pero ningún abrazo. Sin embargo llegabas a casa de mi tía o de mi hermana mayor y aquello era una fiesta de achuchones y más achuchones... me encanta llegar allí aún ahora... Sin duda mi madre me quería más, simplemente no sabía abrazar, no le habían enseñado. Yo por suerte, creo haber aprendido. Hoy me han abrazado, el momento era absurdo, la situación era tan tonta, tan tierna, tan delicada... A veces las personas de mutuo acuerdo hacen pactos sin palabras. Pactos sin firmas, sin compromisos, sin nada más que el deseo de ayudarse unos a otros. Magnífico abrazo!!

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