domingo, 12 de mayo de 2013

La hormigonera pulpera



Me lo habían contado, no es que desconfiase de la persona pero son de estas cosas que mejor ver...LLegué a Melide con la lengua fuera y buscando el dichoso Ezequiel. Lo encontré y les pedí lo que me habían contado preparaban como nadie...




Me lo pusieron, fue mi segundo desayuno. Eran las once de la mañana y entraba ya perfectamente...jajaja no me atreví a pedir otra cosa que no fuese vino, en un lugar tan típico otra cosa estaba mal visto y a mi me interesaba caerle bien a la señoriña que mi plan estaba trazado...
He de confesar que pronuncie la palabra hormigonera con miedo a que se riesen de mi. Menos mal que inmediatamente la mujer asintio y certificó la veracidad de lo relatado por mi clienta.

A partir de ahí debí poner tal cara de entusiasmo que cuando pedí que me dejasen fotografiarla hasta me llamó guapa el dueño, pobriño.

Pues esta es la historia...




Descongelan el pulpo en estas tinas que para mi son referencia de la vendimia... No me "supo" decir de donde venía... del mar, espero...



Y.... Voila!!!! a mazarse una hora a la hormigonera... Del techo sale una manguera que mantiene el pulpo debidamente hidratado, no para que sobreviva, simplemente para que vaya soltando arenas.





Vaciamos el contenido del artefacto...




Lo pasamos al pilón donde se frota y frota... textualmente, hasta dejarlo sin arenas definitivamente... y sí... lo del supermercado es el escurridor...


Oigan señores, que el pulpo estaba de muerte, que fueron encantadores, que viva lo enxebre y que llevan cincuenta años haciendolo... pues que sigan y yo lo disfrute

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