domingo, 24 de marzo de 2013

Risa nerviosa





No me he tirado en parapente, no he hecho puenting, ni he saltado en paracaídas... no tengo pensado hacer ninguna de las tres cosas, son las primeras que me han venido a la mente buscando algo que haga brotar adrenalina en un cuerpecillo como el mío. Ultimamente que recuerde... se me ocurre el tema del carné de conducir... llegar a los sitios sin que se me esperase y poco más.

Como soy con esto de los nervios!! Mi hijo por suerte ha sido siempre un tío sano, milagrosamente con lo mal que come. Pero recuerdo un día que se me ahogaba, la criatura se atragantó y no era capaz de coger aire... a mi me dió la risa, reaccioné, pero con una risa incontrolable que por poco me lo manda al otro barrio porque nadie me tomaba en serio.

En el entierro de mi madre, menos mal que no fuí yo sola, a mi hermano y a mi nos pilló un chaparrón horrible paseando por el cementerio. Nos vemos poco y estabamos intentando pasar el trago juntos apartados por un rato del resto de la gente. Era junio, cuando en mi tierra llueve en verano, no suele ser suave ni avisar, de pronto nos empapamos y tuvimos que echar a correr, decidimos un camino que nos llevó al extremo opuesto al correcto y ante tan estúpida situación nos dió tal ataque de risa que llegamos al tanatorio, como pollos mojados y a carcajadas... creo que el poco respeto que nos tenían en la familia lo perdimos todo, aunque he de decir a su favor que disimularon bien... yo aún me pongo colorada si lo recuerdo... Seguro que mi madre sonríe.

Obviamente en las dos ocasiones terminé llorando.


Hoy ha sido genial, he notado como una manguera interna ha inundado hasta mi último capilar, el corazón botaba, el calor me inundaba subiendo hasta la punta del último pelo y me dejaba incapacitada para cualquier cosa que no fuese sentir todo eso y sonreir nerviosa ante la mirada cómplice y no lo vamos a negar, alucinada de mi amiga. Diez minutos después aun notaba el temblequeo en las manos...

Hoy no he llorado, no hay motivo.

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