Querer

El ser humano es idiota perdido, bueno... es posible que por ser humano quiera decir yo, pero no creo ser la única. Estoy viendo fotos de esta última visita a mi padre y recordando esos momentos... Madre mia!! la de veces que le dije que lo quiero. Hasta delante de gente se lo dije sin importarme un pito, ¡¡ahora que no se entera!!

Con cuantas cosas llegamos tarde... y cuantas nos tardan en llegar.

Un momento de esos inolvidables y grabado a fuego en mi memoria fue cuando una personita entrañable que me quiere mucho gratis y que pasa de los setenta, me presentó a su novio.

Esta mujer ha vivido una vida muy dura, mucho, muchísimo. Con un marido que no le regaló momentos de felicidad pero la cargó de hijos, con una viudedad llena de penurias para sacarlos adelante, con responsabilidades añadidas y trabajando de sol a sol... solo trabajando.

Como siempre "solo" trabajó, me acostumbré a verla así, sola con sus refranes, sus nietos y su trabajo infinito. Ya muy mayor comenzó a salir los domingos, era una fiesta, se nos ponía guapísima, parecía la cenicienta. Esas horas vivía. Vivió así años, con su alegría de los domingos y sus quehaceres de siempre.

"Non quero homes, filla... solo quero salir y disfrutar" nos decía cuando le preguntábamos.

La emoción de esa querida mujer contándome el día que me lo presentó que nunca nadie en su vida la había tratado como él, con esa mezcla de pudor y felicidad... por fín conseguida... sus ojos me hicieron quererla aún mucho más de lo que la quería, nunca brillaron tanto...

Nos entretenemos en cincuenta mil chorradas y al final, lo único que vale es querer y que nos quieran.