La semana

Semana repleta de todo...



El hotel fantasma el punto simpático sin duda... llegar a Bouzas y encontrarlo a las ocho de la mañana, allí enorme.Tras el susto caer en la cuenta de que era una atracción de feria. Pasar el día entre dudas, sera que nunca me he fijado? Tan poco me fijo? no me lo puedo creer, fue la frase más repetida por mí ese día.
A las ocho menos diez del día siguiente allí estaba yo como un clavo, el día anterior no pude volver y la duda me mantenía entretenida. Dicen que la primera cosa que pasa por la cabeza es la acertada... lo era, no me llevaron al Rebullón... estaba dispuesta a ir si ese dichoso hotel llevaba allí más de dos días...



Ayer salí a rotondear por la noche, me acompañó un sin duda loco y gran amigo. Yo quería ir sola, pero no me dejó, como dos buenos personajes deseosos de vida que somos terminamos en el monte Santa Tecla, con unas espectaculares vistas nocturnas a la desembocadura del miño, con dos bocatas riquísimos de jamón y contándonos nuestras aventuras. Le encanta que me lo lleve a sitios distintos y ayer si llegamos a despeñarnos ni Lobatón nos busca... fue un rato entrañable, el muy pámpano nunca había subido allí, ni de día...

Esta semana también ha nacido Ander... mi quinto sobrino nieto... que fuerte!!!! Este no se parece a mi, cachis!!! con estos labios tan carnosos que tengo... que pena!

Otra cosa complicada de la semana... la elegancia. Acusé a alguien de no serlo. Sabes qué te digo? Que solo no lo eres para contigo. Para mi eres un diamante disfrazado de cristal, que cuando uno se fija o crees que no te ven, dejas escapar tus destellos y bañas a los que te queremos sin rimas fáciles ni palabrería. Perdón y mil gracias por estar ahí.