
Nos estamos quedando sin hombres de verdad? Me voy a empezar a preocupar...
Recuerdo un tiempo en el que los ceniceros se llenaban, las casas apestaban y los dedos de los fumadores eran amarillos, en delicada armonía con paredes y cortinas.
Estas colillas de ahora, llámese crisis, llámese salud...sonche de broma.
;-P

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