jueves, 28 de febrero de 2013

Dí Carallo

Ainssss que complicado es comunicarse...Acabo de enterarme de la dificultad para descifrar la imagen que coloqué en la entrada de ayer. Jo... es el escaparate de una mercería cutríisima que me encontré en Redondela donde, apoyadas sobre la última moda en bragas de cuello vuelto, encuentras las esquelas de la semana... Cuanto menos, curioso, me pareció. El problema surge cuando pensamos que algo se entiende, que más claro no puede estar, que como yo lo sé, lo debe de saber igual cualquiera y no es así...Cuántos malentendidos, yo entendi, te dije, no pusiste coma, no te pude ver los ojos, de qué modo dices carallo? llámame empanao!! pensé, creí, interpreté... Hace unos días aparecieron muchos árboles de Coya adornados con corazones de cartulina, en uno de ellos colgaron una nota y como una es curiosa, corriendo el asqueroso riesgo de pisar algún recuerdo canino, me acerqué a leer... era una declaración de amor a los arbolillos que estaban podando inténsamente esos días, en ella encontré un fiero alegato en contra del corte de sus ramas, decía que era matar el aire de Vigo o algo así... Claro, si te vas a otro extremo te enteras de que este año cada temporal es uno o varios de esos arboles caídos, bien sobre coches, bien sobre viviendas, por suerte sin llevarse por delante a ninguna paseanta, pero con una alta probabilidad de hacerlo... ¿De quién es la razón? se deben podar? Se deben dejar? La culpa es de quien los plantó? o de quien no explicó que no mueren por ser podados? y si no entendieron cuando se lo explicaron? será mi culpa? o tuya? ni idea. A mi particularmente, me gusta el aspecto de estos renovados árboles...

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