martes, 5 de marzo de 2013

El que late

Casi cuarenta y dos añazos...madura, sé lo que quiero, piso firme, me valoro y ya no me achico... Y una mieeerda!!!  Por qué coño no puedo ser de las que cuando un domingo llueve se van tan felices al centro comercial a pasear con su familia viendo escaparates de tiendas cerradas? Nada, toda la vida intentando no salirme del carril...por aquí Natalia...por aquí!!! Pues no señores, que no hay tu tía.
De pequeña sólo recuerdo un día que me rasque las rodillas en las rocas de Loira y dos esguinces en gimnasia culpa de Loli que nos lesionaba en grupo...del resto yo no recuerdo más heridas, no me he partido ni la ceja ni el mentón...niña precavida.
Ahora, en mi más tierna "madurez" me las busco a pares...parezco esa niña que no fui... "vamos por aqui cariño" yo por el otro lado.

Lo cierto es que ahora me río mucho, me río de mí, de mí caminar siempre con el puñetero corazón por delante de todo lo demas...si el corazón dice vas, cenas alli, le miras a los ojos y te vuelves" aunque el cerebro me envíe un fax con los gastos, riesgos y poco sentido...el que late ha hablado..
Sólo le salva una cosa...es buena gente.

Mientras escribo lo siento latir...joio...no le gusta que lo critique.

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