Panzada de garbanzos

Hoy me duelen las muñecas, han currado de lo lindo y están cansaditas. La verdad es que cuando mis manos se encuentran con unos pies y una hora para trabajarlos disfrutan... les importa un bledo hacerse daño, hacerse viejitas, envejecer mal, en ese momento se olvidan y disfrutan de esos huesecillos, del tacto, de las formas, de lo que transmiten.

A ratos la vida te lleva a eso mismo... disfrutar de algo, saborearlo sabiendo que será perjudicial a la larga. Quién no se ha pegado una panzada de comida que sabe que le sentará mal y aún así no ha sido capaz de parar... Quién no ha comprado algo cuando no debía tocar la cuenta... Quién no ha dado un beso en el lugar menos adecuado o a la persona equivocada...Y lo rico que todo eso sabe!!

En el caso del trabajo me resigno y lo vivo con el consiguiente dolor posterior, en la vida... tristemente me educaron para hacer lo correcto ¡¡¡¡Agggggg!!!!

Mis manos son más listas que yo!!! Ainssssss