
Hoy he comido con Raúl, tío majo donde los haya. Nos conocimos ya hace más de un año de manera ridícula y muy simpática y desde ahí siempre en contacto. Me gusta, es un gran padre, de los que se ven pocos, le sale el amor por sus hijos por los poros, lo transmite con un buen rollo increible y te hace sentir bien oirle hablar de ellos.
Ahora que me doy cuenta, ultimamente estoy rodeada de hombres que adoran a sus hijos, que practican la paternidad inténsamente y eso me gusta.
Me encanta... uno que se va a Disney con la peque, el otro que tiene cincuenta mil partidos con el peque también, otro que el pañal de la nena rebosó y calculó mal la hora de parque y los mofletes de la pulguita se sonrojaron de más, el otro que canta con la jovenzuela... es genial. Los tiempos cambian y en este aspecto a mejor, sin duda.
Ya he contado por aquí que me estoy haciendo mayor y que cada vez estoy más a gusto. Siempre hablo de mis amigas pero tengo un carrito de amigos que me encanta. Ellos son distintos, cada uno con sus peculiaridades pero me gustan, cada uno en su faceta, en su color, su particularidad... Hace un tiempo buscaba una pareja, eso no lo puedo negar, es así, acostumbrada de toda la vida a ello, cuando dejé de tenerla la busqué como un asidero y uno de ellos lo padeció inténsamente. Ahora ya no, ahora ya puedo decir tranquila y subiendome a cualquier altura que sé vivir sola, con mi hijo mientras él quiera, claro. Rodeada de estos hombrecitos se lleva todo mejor... espero me duren cerca.
Hace un rato que busco en cada persona lo que me da, simplemente, nada más. De la misma forma he aprendido a dar lo que quiero y no lo que los demas pidan... Mira que me ha costado ehhhhhh!!!!!
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