sábado, 4 de mayo de 2013

Sarria

Madrugón, Bouzas, trabajo....hasta ahí lo normal un sábado.
A partir de ahí todo extraordinario. Al volante de antenita con Manolo de copiloto, comida en Lugo, deliciosa por cierto, llegada a Sarria. En el hotel cestita de fruta con pegatinas que han molestado al señor Palacio y que yo ni había visto. Pateada por el pueblo con muuucho calor, terracita junto al río y ya solita me acabo de meter una ración de sandía de no te menees y voy a dormir...
A ver que pasa mañana.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Obviamente

 La consigna era clara: Me voy a dejar la vida, obviamente no voy a aprobar. No recuerdo  quien comenzaba la conversación, recuerdo el día d...