miércoles, 5 de junio de 2013

Jesu





Un día me hablaron de ti. Me contaron que siendo una niña te recorrías todos los portales de Trincherpe con una caja de pescado sobre la cabeza y cómo los gotones de agua salada y escamas te mojaban la cara y la ropa al colarse entre las tablas.

Años antes y sin dramatismos me narraste como ibas dando una gran caminata a llevarle algo de comer a tu padre a la carcel. Cómo, al ser una renacuaja y no alcanzar los barrotes, pedías ayuda al guardia y cómo adivinabas que su ofrecimiento de darselo él sería hambre para tu padre... sin duda. Me gustaba imaginarte pequeñaja, parecida a mi, con tus pocos años diciendole a ese hombretón que te aupase, que se lo querías dar tú.

Crecí (poco) viendote por las mañanas en la pescadería antes de ir a clase. Veo tu delantal negro, tus zuecos, tus manos... ese dedo sin casi uña. ¿Sabes? Cuando estoy nerviosa lo sé por mi dedo... se parece tanto al tuyo!

Llegaba de clase y siempre te encontraba sentada en la cocina. Por un lado las facturas del día, por otro la bolsa plástica con las monedas... llenas de escamas. Era tu tarea de las cinco... hacer las cuentas.

Eras tan buena!! Un día llegué a casa y dejé como siempre el abrigo en la cocina. ¡¡¡Me mandaste llevarlo a mi armario!!! Recuerdo mi perplejidad ante tal orden, por cansada que estuvieses nunca me mandabas guardarlo, lo hacías tu, es más yo ni era consciente de donde lo dejaba.
Obedecí sin decir ni mu, preguntándome qué sucedía y al pasar por el salón la vi... TENÍAMOS TELE NUEVA, EN COLORRR!!!!!!! y quisiste sorprenderme... lo hiciste dos veces.

Me pregunto como serías ahora. Viejecita y más pequeñaja, esos ojitos chiquititos...

6 comentarios:

  1. deja la fotografia!!!!ponte a escribir!!!
    diossssss
    aun tengo el vello erizado!!!!!
    A

    ResponderEliminar
  2. Nunca he prestado demasiada atención,sólo mi ombligo , quizás por eso creía que este blog se titulaba ratoneando. Quizás la ratona sepa de que hablo.un beso , y si , mi madre , era la mejor.

    ResponderEliminar
    Respuestas


    1. Tu ombligo siempre que te he necesitado se ha escondido.

      Te quiero.

      Eliminar

Obviamente

 La consigna era clara: Me voy a dejar la vida, obviamente no voy a aprobar. No recuerdo  quien comenzaba la conversación, recuerdo el día d...