jueves, 8 de agosto de 2013

No lo quiero!




Tengo un juanete...

Es feo, muy feo, duele. El otro día sentí un dolor nuevo y cuando miré... allí estaba, como un alien que se ha apoderado de mi piececillo. Mi cara debió ser un poema... Comorrr?? qué es eso?? cuándo ha llegado?? quién lo ha invitado?? Mi madre tenía de esto?? Mi padre es el de los pies feos y yo salgo a la ama!!! joe joe joeee!!!! que mal rollo!!!

En verano no soporto el calzado cerrado y depende de que sandalias te pongas, por muchos abalorios que éstas tengan... sólo se le ve a él, amenazante, descarado, feeeoo.

Sí, digo bien... amenazante porque desde que nos conocemos me parece que crece por momentos. Ahora cada pie que veo en el trabajo es objeto de mi más severo estudio... Es más grande? Cuántos años tiene? ella? el juanete?? Antes disfrutaba dando masajes a los pies de cualquiera, disfrutaba de su anatomía y cuanto más complicado el pié mejor... ahora los comparo con los míos. Espero que se me pase...

Las arrugas no me han preocupado nunca, pero un juanete!!!!!!

Ahora entiendo por qué todos los veranos destrozaba solo la bamba derecha... la izquierda quedaba intacta y había que tirar el par porque a la otra le hacía un agujero con la punta del dedo gordito... ya tenía al tipo este dentro... urgandoo... Siempre me pareció curioso romper el calzado de un pie, pero me resultaba simpático ese dedo un poquito revirado...

Yo me lo llevo a todas partes, pero que sepa que no es bienvenido...

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