miércoles, 18 de diciembre de 2013

Yin Yang



Ay mi madre, que aún no ha entrado el invierno!!

Cierto es que ya no sueño con mis pantalones cortos, esa especie de enfado con el mundo ya me ha abandonado, pero de ahí a asimilar que esto que llevamos sufriendo era sólo el otoño...

Toda mi vida siendo un elemento yin, me gustaba el interior, el frío para encogerme y recogerme, lo oscuro, lo pequeño, el silencio...

Ahora no sé que tecla he pulsado que quiero calor, soy una yang, como muy bien "creo" vaticinó mi querido Pedro hace muchos años, en casa no me pillan salvo para dormir, quiero luz, ruido...

El otro día me acordé de mi tortuga Robustiana, Robus para la familia...Le encantaba que le acariciase, se quedaba dormida. Se espatarraba toda, llena de confianza, salía de su escondite un ratito al día y simplemente lo disfrutaba.
Tal vez mi momento sea ese, confío más en mi alrededor, posiblemente porque lo hago en mí misma y he salido de mi caparazón para disfrutar del calor.

Sin duda de este modo puedo perder la cabeza en un mal gesto, pero se respira tan bien!!

Pobrecita, cuando se me murió la enterré en una maceta y luego siempre me daba yuyu verla. Nunca creció en ella ninguna planta... las colocaba tan arriba para no perturbarla que se morían.

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