Pía

Vivo rodeado de mujeres!!!Una gata, un proyecto de gallina y mi madre...
El sentido del humor de mi vástago es adorable pero como se le ocurra meterme otro bicho en  casa salen los dos juntitos practicando vuelo raso con o sin alas.
Quiero un pollo, necesito un pollo, mamá consigueme un pollo que tengo que regalar un pollo!
Mamá le tiene pavor a cualquier bicho con garritas y pico por pequeño que sea. Mamá para ir a casa de la Faroleira si por el camino había gallinas sueltas, le daba la vuelta al pueblo para evitarlas. Mamá nunca se acerca a un gallinero. Mamá el día que se enteró de que los muslos de pollo que tanto le gustaban pertenecían a esos amenazadores monstruos con plumas, por poco vomita hasta el primero. Mamá aún no se ha recuperado de aquel día en que finalizadas ya las vacaciones y a punto de volver a casa, mi querida tía apareció con una gallina para que llevasemos en el coche hasta San Sebastián ¡VIVA!
Creo que tengo los ojos saltones desde entonces... ¡esa mujer pretendía que yo pasase catorce horas metida en un coche junto a semejante amenaza llena de garras y puntiagudo pico!
¿Alguien podría imaginar algo más terrible? Yo no.
La gallina vino a casa...
Y el video de cómo sin previo aviso mi adorada tía le cortó el cuello y el animal salió corriendo durante unos interminables minutos, quedó grabado entre el top de mis fantasmas más temidos.
Pues nada... que se llama pía, que mi salón apesta a gallinero. Que la gata también le tiene miedo y que estamos las dos deseando que crezca, que ya tiene ofertas para irse de erasmus con más colegas con plumas y que espero no echarla de menos...