miércoles, 29 de abril de 2015

Quietita



Te paras y observas... ¿qué sientes? no hay prisa, por primera vez no hay prisa. Es como si de golpe hubieses entendido que no hay necesidad de correr. Calma y mira...

Sientes, te preguntas, ríes, lloras, sonríes y sigues.

Estás bien, o muy mal, o simplemente es ese nuevo modo de espera que desconocías. Entrar en él te gusta pero te mantiene con las alertas conectadas, siempre te has movido, esto es extraño.

Es difícil dejarse llevar por este estate quieta, tengo ganas de mirarme el cogote, por si alguna señal me indica que me vuelva a poner en marcha, mientras, me observo llenita de curiosidad.


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