Don José

Aitachito, hoy he ido a pescar!!

Nunca había ido sin ti y desde  hace mucho tiempo digo que regalaría vida por volver a hacerlo.

Ni fanecas ni luras, rinchas aita, rinchas, si, no subas los ojos que ya sé que no te gustaba pescarlas.

Pues la he gozado, aunque los rituales nada tienen que ver con los que recuerdo a tu lado.

Desamarrar el bote en el río o el muelle, a veces, me cogías en la playa, verte tirar de las cuerdas para acercar al Baldo, embarcar siempre era una odisea y peor desembarcar si había pesca, la patela y yo, siempre peligrábamos.
Una vez sentada,verte colocar los remos, tus manos morenas y rudas, tu pié en mi banco para hacer palanca, la cicatriz de tu pierna...Los remos siempre hacían ruido, me gustaba. Buscábamos luras, a modiño, con calma, tus liñas nunca se enredaban con los remos, y a veces llevabas cuatro y el pitillo. Me contabas cosas, te escuchaba encantada, era mi momento, eras mío, me sentía feliz a tu lado, era cuando más cerca estábamos. Decías que era buena pescadora, yo aprendí a oír el fondo del mar desde mis dedos, toca no toca, ese era tu cantar para enseñarme a pescar fanecas, gracias a tus palabras, a tus gestos, a tus dedos.

Horas de calor, de frío, madrugones, hoy he vuelto a sentir ese frío, ese frío mojado.

Hemos salido del pantalán, entre barcos atracados en batería. El capitán, don José, su nieta Paula, Alia, mi querida Lucía y yo. Pescar de pié, cinco anzuelos por liña, sonaban rancheras y cuando nos descuidábamos al capi se le iban las piernas bailando, mientras volante en mano apagaba y encendía el motor llevándonos de lado a lado buscando pececitos en el radar. También nos ha contado historias, un hombre entrañable, he pensado en el bonito recuerdo que dentro de muchos años tendrá su nieta y he sonreído.

Recuerdas? siempre me reñías porque no era capaz de soltar las fanecas del anzuelo y ayudarme suponía abandonar tu pesca, pues que sepas que hay capitanes que se dedican a ello encantados... no podías ser perfecto!!

Aitachito, te veo en dos semanas y sigo sin tener ganas.