
Pues nada, otra vez los de Media Punta...
Comienza a ser una costumbre que al finalizar el espectáculo sienta deseos de sentarme y que comience todo de nuevo, esta vez ya con la cámara apagada. En ese momento y con la tarjeta de memoria llenita quisiera ser uno más de los que se sienta y disfruta de esas horas de ese modo, pero...
Ayer no conseguí la foto, la de ayer me pilló desprevenida sin nada con que robar la escena, a las nueve de la mañana donde menos lo esperaba.
Un portal cualquiera, una madre y su hija, hasta ahí no dice mucho, pero esa muchachita ya vestida y maquillada para su primer baile, esa maleta cargada sin duda de todo lo necesario para el largo día que les esperaba y esas sonrisas.
Casi quinientas fotos, muchas no sirven ni para darme con ellas en el trasero, pero con una que a mi me guste ya ha valido la pena. Eso de entrada es así, luego si conseguimos que otra haga un minutito feliz a otra persona pues genial.
Alguien muy cercano a mi cuando quiere decir que algo le emociona dice que le ha dado un "patatazo". Sin duda mi patata se acelera cuando aparece mi hijo en escena, me pongo nerviosita y hago las peores fotos. Es mi hijo...poco más que explicar.
El patatazo inesperado me lo regaló esta muchachita cuando al darse cuenta de que le estaba haciendo una foto se giró con esa sonrisa, por poco se me cae la cámara. Ahí arriba hay cientos de sonrisas, unas son poses del momento, exigidas por la coreografía, otras divertidos guiños entre bailarines pero esta me desnudó y me llenó de la buena energía que estas personitas tienen.
Hoy sólo voy a colgar dos imágenes aquí, esa sonrisa y ese calcetín... Ole!! Que si hay arte entre esta gente que se les pierde el calzado y siguen bailando como si nada. No pienso decir de quién es el calcetín.

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