jueves, 17 de diciembre de 2015

Como??



Tengo cuarenta y cuatro años, desde los diecisiete vivo en Galicia, entre gallegos llevo toda la vida.

Nací junto a una casa cuartel de la guardia civil en el País Vasco. Estudié entre apellidos vascos, gallegos y murcianos. Vi temblar a mujeres aterrorizadas, vi llorar a hermanos de muertos, casas de familiares destrozadas. Me familiaricé con las esquinas cubiertas por policías con enormes armas, manifestaciones, miedo, autobuses incendiados, bombas, banderas, cascotes, carreras,  sabanas blancas en el suelo, pelotas de goma, miradas... En mi casa no se hablaba de política.

Desde que me fui ha sido inevitable defender mi tierra, no he permitido a nadie que me dijese que los vascos eran malos. Nunca he justificado nada, sobre todo porque nunca he querido saber demasiado. Mantenerse en esa especie de limbo en la que me crié, ha sido cómodo y cobarde supongo. Pero yo he seguido queriendo al lugar que me vio nacer y a sus gentes.

"Por fin un gallego decente"

Cuando esta mañana, un vasco de los de cepa, me ha mandado este mensaje refiriéndose al niñato de 17 años y a su puñetazo, se me han revuelto los intestinos...

Me importan una porra el niñato y el de las gafas, pero no me toquen a los gallegos, señores. Ya somos mayorcitos todos ¿no?

Llevo años diciendo que a mi pesar, me siento de ningún lado, ni vasca ni gallega, con una especie de falta de raíz profunda... hoy me ha dolido tanto esa frase viniendo de donde venía que me ha hecho pensar que igual es que soy muy vasca y muy gallega. 

Y menos mal que han pasado 12 horas desde que me ha llegado el mensaje, que si escribo en el momento... igual hasta me arrepiento.

 


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