Contigo

No me morí!!!!

Terminaste de morir y no morí, al contrario, descansaste, descansamos, descansé.

Y lo escribo con una sonrisa satisfecha y me emociono, estoy contenta.

Era tan doloroso despedirse en cada viaje, pasaba tanto miedo subiendo las escaleras de la que fue tu última casa, no sabía como te encontraría, qué encontraría de mi padre en aquel lugar. Llegar era duro, irse más.

Ayer no era capaz de dormir, me dio por pensar en ti, es el primer día del padre sin ti... ¿sin ti?

No, sigues ahí.

Es otro formato, simplemente eso.

La vida te va ofreciendo que aprendas según caminas y de nosotros depende que lo sepamos hacer. Desde pequeñaja comprendí que mis padres tenían más años que los de la mayoría de mis amigos y que yo jugaba con esa desventaja, seguramente se irían antes...

Así que... algún mecanismo o aplicación oculta en mi cerebro me ayudó a imaginar que estás con la ama, con Jose, con tu suegra a la que tanto querías, con tu madre, el tío José y la tía Carmiña... feliz con toda tu gente.

¿Y por qué no? Es gratis y muy sano pensar así. Cualquier otro pensamiento es dañino, duele mucho. No estoy loca, simplemente utilizo la parte inteligente de mi cerebro para silenciar a la parte tonta, que ya me ha dado bastante guerra.

¿A que no sabes quién me ha llevado hoy en coche a Loira? Ese mismo, tu nieto pequeño, el que se llama como tú pero nos salió pelirrojo. Os quiero mucho.