Vacaciones

Vacaciones.

A las ocho de la tarde, como siempre tras un largo día de trabajo, una eterna semana y un buen año...llegaron las vacaciones.

Una costumbre, salir pitando rumbo a mi tierra. Un nudo en el estomago, la ilusión que me hacía despertar a las cuatro de la madrugada para conducir en tu búsqueda , música alta, kilómetros, pánico a lo que encontraría, aparcar en el muelle, nervios, encontrarte.

Ayer se hacía raro...no tendría que ir a verte.

Perseidas.
Ya que no me iba a trintxerpe, por lo menos vería las estrellas fugaces en el cielo de Loira...pues tampoco.

Una visita, un orensano, el jefe indio ruteador en mi playita cotilleando y comiendo alitas de pollo.

Costa da Vela, una pareja tumbada sobre un coche, tapados con mantas  contando lágrimas y yo sin cámara.
Hubo que caminar a oscuras hasta encontrar un buen lugar donde el humo, maldito humo, nos dejase disfrutar de nuestras estrellas. Las rocas se hicieron cómodas y la conversación a ratos tremendamente absurda.

Una mudanza.
Una decisión tomada de madrugada en lo alto de una frontera. Un piso cómodo, una pequeña casa, un trastero...Días de polvo,cajas, recuerdos,  mucha ilusión. Tocaba despedir una época y hacer las paces con cierta parte de  ella fue toda una sorpresa gratificante.

¿Quien dijo que este año no he vuelto a salir hacia ti? Simplemente he variado el formato.
¿Te he contado que un amigo tuyo el otro día me llamó Pedreira??

Pescamos más de doce estrella fugaces y una era de torar.