Recuerdas? este blog, tu abuelo y tu, sus únicos motivos.
El abuelo veía todas las pelis de vaqueros y yo hoy te he oído, con voz catarrosa a través de internet, hablando de los indígenas americanos.
La verdad es que nunca supe si él iba con los indios o con los vaqueros, no sé si tan siquiera se llegó a plantear alguna vez con quien debía ir, eran simples pelis. Otra cosa eran "Los santos inocentes" eso para él era historia y podía llorar como un niño viéndola.
Mi imaginación vuela y lo veo escucharte y le doy la vuelta a aquella foto que os robé cuando ya él sin saber quien eras te contaba aventuras mientras tu embobado lo escuchabas. Te costaba un imperio venir a verlo desde aquella vez que no te reconoció, pero que ricos sabían esos momentitos de regalo cuando sacaba fuerzas el joío.
Gracias a esa muchachita que desde hace un tiempo te acompaña, hace unos días entre lágrimas vimos una peli, contaba historias de gentes que piensan como yo, curiosamente también del otro lado del charco. Contaban que al morir nos vamos a un lugar magnífico, lleno de personas sin malos rollos, se los dejaron aquí, claro. Yo no tengo ninguna duda, ahora mismo mi madre disfruta de mi padre, y del suyo, de su hijo y de vez en cuando echa un ojo aquí abajo para vigilar mi merluza en salsa verde o estar un ratito al atardecer sentada fuera de casa con una revista esperando que venga el pescador.
Por qué no? Por qué pensar otra cosa? se gana algo? yo así, paz y encima es gratis.
Y os echo de menos a los dos, aunque fui feliz con su marcha y más con tu madurez. Cómo explicar que volvería a criarte otra vez con todo lo que ahora sé para volver a disfrutarte e intentar hacerlo aunque sea un poquito mejor.
Y por cierto, sí, quiero un regalo de cumpleaños, de esos que sólo tu sabes hacerme. Con un folio, barato barato.
No hay comentarios:
Publicar un comentario