lunes, 30 de septiembre de 2019

El zulo




Ayer me acababa de dormir cuando tres extraños pitidos de mi nuevo movil me sacaron de mi limbo particular.
 Busqué por la cama el teléfono y apareció escondido entre las sábanas, él también se había llevado un buen susto.

Enfocar me llevó un rato, no digamos colocar el dedo del modo correcto para desbloquear el artefacto.

Buena suerte en esta aventura, confío en que el zulo te dará alegrías.

Zulo, en un zulo te hubiera metido a las cuatro de la mañana cuando seguía en una semiconsciencia/inconsciencia peleándome conmigo misma por responderte o no, si lo hacía igual te despertaba porque desde la aparición de   los mensajes hasta que creí reunir fuerzas pasó un tiempo indeterminado y ya no me atrevía, pero por otro lado, me sentía mal por no contestar...y así toda la noche.

El día ha cabalgado sobre mí y ya sólo cuando por fín me he metido en mi ducha he sido capaz de descubrir el motivo de tanto cansancio.

Te mataré cuando te vea, querida.

Eso sí...gracias, mil gracias por estar a mi lado, por ser tan mágica haciéndome reír, adoro a las personas que me roban carcajadas y tú lo bordas.
Te he contado que tengo compañero de trabajo? Está buenísimo, ya estás tardando en venir al zulo, te lo presentaré.

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